Un estudio reciente demuestra más ventajas del Omega 3, que los ácidos grasos omega-3 aumentan el flujo sanguíneo a las regiones del cerebro asociadas con la cognición
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Según un estudio reciente publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, mediante el uso de neuroimágenes, los investigadores pudieron demostrar un aumento del flujo sanguíneo en las regiones del cerebro asociadas con la memoria y el aprendizaje en individuos con niveles más altos de Omega-3.
La enfermedad de Alzheimer y los trastornos relacionados (ADRD) son un grupo de afecciones que causan un deterioro cognitivo leve (DCL) o demencia.

Estas condiciones afectan la capacidad de uno para funcionar social, personal y profesionalmente.
Es importante reconocer que la enfermedad de Alzheimer comienza mucho antes de que comiencen los síntomas, al igual que muchas otras afecciones.
Existe evidencia de que las estrategias de prevención simples pueden reducir el riesgo de ADRD hasta en un 50%.
Este estudio incluyó a 166 personas de una clínica psiquiátrica en la que los resultados del índice Omega-3 estaban disponibles.
Estos pacientes se clasificaron en dos grupos: concentraciones más altas de EPA y DHA (> percentil 50) y concentraciones más bajas (<percentil 50).
Se realizó tomografía computarizada cuantitativa por emisión de fotón único (SPECT) en 128 regiones de sus cerebros y cada individuo completó las pruebas computarizadas de su estado neurocognitivo.
SPECT puede medir la perfusión sanguínea en el cerebro.
Además, la realización de diversas tareas cognitivas estimulantes de la mente mostrará un aumento del flujo sanguíneo a regiones específicas del cerebro.
(Investigaciones anteriores han demostrado que las actividades de estimulación mental reducen el riesgo de deterioro cognitivo leve de aparición reciente incluso cuando se realizan más adelante en la vida).
Como resultado, los investigadores identificaron relaciones significativas entre el índice de Omega-3 y la perfusión regional en la SPECT cerebral en áreas que están involucrados con las pruebas de memoria y neurocognitivas.
Este estudio demostró las relaciones positivas entre el estado de Omega-3 EPA y DHA, la perfusión cerebral y la cognición.
Esto es significativo porque muestra una correlación entre niveles más bajos de ácidos grasos omega-3 y flujo sanguíneo cerebral reducido a regiones importantes para el aprendizaje, la memoria, la depresión y la demencia.